Hace unos días tuve la suerte de rememorar mis años de estudiante haciendo una visita, por otra parte ya experimentada, al Teatro y Anfiteatro de Mérida.
La verdad es que la experiencia valió la pena y me sirvió para culturizarme un poco, porque ya hace tiempo que no salgo a conocer mundo.
Los niños, en general, se portaron muy bien y estuvieron muy atentos a las explicaciones de los monitores. Esto es lo que yo eché de menos la primera vez que estuve.
Fue bonito volver a pisar la calzada romana, adentrarnos en los vomitorios, ver por dónde discurrían las cloacas, imaginar a los romanos disfrutando de obras de teatro sentados en sus asientos de mármol... Al igual que soñar cómo debieron ser las luchas de gladiadores, sus armas, salir por la puerta triunfal o por la puerta de la muerte...
En fin, una experiencia inolvidable y apasionante para una amante del mundo clásico.
Si queréis saber más sobre esta monumental ciudad o de cualquier otro aspecto interesante relacionado con el mundo romano, no tenéis más que pinchar en el enlace del título. Espero que os guste y os apasione tanto como a mí.
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