En el mes de mayo, celebramos El Día de la Madre. Por eso quiero mostraros una simpática poesía para este día.Son muchas las manualidades que podemos realizar con los niños en esta fecha tan señalada pero creo que el mejor regalo para las madres es aquel que hacen los niños con su sonrisa, su buen humor, su vitalidad, sus juegos, sus ilusiones...
Cada avance que van haciendo nuestros hijos es un regalo para nosotros, cada pequeño gesto, sus primeros pasos, su primera palabra, su primer día de guardería, su primer día de colegio, su primer dibujo, su primera canción...
Son muchos los pequeños matices que nos hacen felices a los padres, distintos a los matices que hacen felices a los maestros (entre los que me incluyo, evidentemente), pero, al fin y al cabo, todos buscamos lo mismo: HACER QUE NUESTROS NIÑOS SEAN FELICES.
PARA MAMÁ
Tengo una mamá divina.
La quiero requetemucho.
Parece un hada madrina
con varita y cucurucho.
Sus besos me hacen cosquillas.
Cuando me da un achuchón,
tintinean campanillas
dentro de mi corazón.
Sus caricias son de miel;
sus besos, de caramelo.
Su risa es un cascabel
que me hace tocar el cielo.
Su bizcocho de canela
me sabe a gloria bendita.
Si estoy triste, me consuela.
¡Mi mamá es la más bonita!
Y si me duele la tripa,
me arrulla y me cuenta un cuento
con el que lo paso pipa.
¡No hay mejor medicamento!
En este día importante,
yo le quiero regalar
un abrazo de gigante,
que no se puede comprar.
(Carmen Gil, www.poemitas.com)
Como madre que soy, mi hijo tiene 3 años, el mejor regalo que me hace cada día es sus ganas de aprender, de descubrir, de explorar, de comerse el mundo, de soñar, de reir... Él sí que es el mejor regalo que he podido recibir, por eso, desde aquí, le doy las gracias a la persona que ha hecho posible esto: mi marido.
También quiero aprovechar para felicitar a mi madre, la mujer más tenaz y perseverante que he conocido nunca. Tanto en los buenos momentos como en los malos está ahí, al pie del cañón: GRACIAS MAMÁ POR SER MI MADRE.
También quiero aprovechar para felicitar a mi madre, la mujer más tenaz y perseverante que he conocido nunca. Tanto en los buenos momentos como en los malos está ahí, al pie del cañón: GRACIAS MAMÁ POR SER MI MADRE.
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